El embajador estadounidense en Libia, Christopher Stevens, y otros tres empleados de la misión diplomática de EE UU han muerto tras sufrir un ataque este martes, 11º aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, en la ciudad de Bengasi (en el este de Libia), según ha informado hoy miércoles el ministerio del Interior libio.
Un grupo de milicianos asaltó el edificio del consulado estadounidense en Bengasi y lo incendió en protesta por la emisión en la televisión de EE UU de una película sobre la vida de Mahoma que consideran blasfema. En el lugar se produjo un intenso enfrentamiento entre los asaltantes, dotados de armas de fuego y bombas caseras, y las fuerzas de seguridad que protegían el consulado.
Bengasi fue el epicentro de la revuelta que posteriormente consiguió, con la ayuda de las fuerzas de la OTAN, derrocar al régimen de Muamar el Gadafi.
"Estados Unidos rechaza los esfuerzos para denigrar las creencias religiosas de otros, pero todos debemos oponernos, sin equívocos, al tipo de violencia insensata que quitó la vida a estos empleados públicos", ha declarado Barack Obama, quien dio mandato a su Administración para elevar la seguridad de los diplomáticos.
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